domingo, 26 de diciembre de 2010

1.

Estabamos Verónica y yo en el aeropuerto muy nerviosas porque ibamos a ir a Londres, uno de mis sueños entre otros más.
-Madre mia, no me creo que vallamos a ir a Londres- dije emocionada.
-Yo tampoco. Ahh- dijo con efusión.
-Jaja Verónica tienes que tranquilizarte.
-Mira quien habla, la que está de los nervios porque va a estar muy cerca de McFly.
-Y tú ¿que? jaja.
-Calla- dijo dandome un pequeño golpe flojo en el hombro.
Pasaron diez minutos y llamaron a nuestro vuelo a la puerta de embarque.
-Mamá, papá os llamaré cuando lleguemos- dije dandoles dos besos.
-Que no se te olvide he.
-No mamá, siempre estás igual.
-¿Quieres qué te recuerde lo que paso cuando os fuisteis a un concierto de McFly en Barcelona?
-No jaja.
-Pues eso- dijo dándome un abrazo.
-Dile a Fran que se cuide mucho. Por cierto, ¿por qué no ha venido?
-Ya te lo he dicho. En el trabajo no le han dejado venir.
-Si, son unos cabronnes- dije un poco cabreada.
-Claudia vamos, que vamos a llegar tarde- dijo Vero.
-Vale.
-Adiós Pilar. Adiós Antonio- dijo Verónica dandoles dos besos a mis padres.
-Adiós Vero. Pasaroslo muy bien y tener cuidado.
Los padres de Verónica se murieron en un accidente de coche cuando ella solo tenía 13 años. Desde entonces vive con nosotros.
-Adiós- dije desde la puerta de embarque.
Me daba mucha pena dejar a mis padres y a mi hermano en Madrid. Pero también me encantaba la idea de ir a Londres. Solo pensar que me podía cruzar con Danny, Dougie, Harry o Tom por la calle se me ponía la piel de gallina.
Cuando subimos al avión nos sentamos más o menos en el centro. Yo me puse al lado de la ventana y Vero a mi lado. Me puse el ipod y me quede dormida.
-Claudia Claudia, ya hemos llegado- dijo Verónica mientras me daba pequeños golpecitos en el hombro.
-¿Ya?- pregunte sorprendida.
-Si.
-Joder, se me ha pasado rapidísimo.
-No te jode, te has pasado todo el rato durmiendo jaja.
-¿Si?
-Si.
-Jajaja
Cuando salimos del avión fuimos directamente a coger las maletas.
Cogimos un taxi a la salida. Nos llevó a la puerta de nuestra casa. La casa estaba en una urbanización normalita. Cuando llegamos vimos a la casera que estaba con las llaves en la mano.

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